Cuando Marcela, mi esposa, me comunicó que estaba embarazada lo primero que pensé, a parte de sentir una mezcla rara de felicidad con ansiedad, fue que nuestro primer hijo sería hombre. Por favor no prejuzgarme de machista, pues si hubiese sido mujer la hubiesemos esperado con el mismo amor, solo que tuve ese presentimiento, una sensación tan fuerte que sabia que no me equivocaba.
La acompañé al ginecólogo para confirmar el embarazó y seguí con mi postura...sería hombre. Aunque estaba en una etapa de "huevito" y no había certeza científica que confirme el sexo del bebé hasta los 6 meses ya le comentaba al ginecólogo que sentía esa conexión simbólica con él. Obviamente el no confirmaba nada hasta no tener la tan lejana evidencia, una ecografía 3 D.
Pasaron los meses y llegó aquel esperado momento del confirmar sexo...mucha emoción y expectación al ver al pequeño ser que se estaba formando...hasta que el doctor dijo.-Miren ahí esta la "pirula". Sí, Sí , Sí contra muchas apuestas y pronósticos, contra muchas premoniciones, sueños y sortilegios de cercanos, amigos y parientes que confirmaban lo contrario y contra los típicos deseos de los abuelos , tíos, primos etc. de que es lo que ellos querían, sí, esperábamos un hijo.

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